Summary: ¡Star Trek Discovery ha vuelto... y nosotros también, para comentar el décimo episodio de esta primera temporada! Finiquitado el intervalo de descanso tras el parón de la midseason, la serie ha arrancado con fuerza para retomar a la USS Discovery allá donde la dejamos, rodeada de restos de naves klingon, no se sabe muy bien donde, y con su navegante y única persona capaz de manejar el motor de esporas, Stamets, convertido en un vegetal babeante. Y este nuevo episodio no se ha entretenido mucho con los preambulos, y ha ido directamente al grano, que no es poco: Parece que nuestra alegre pandilla ha terminado en el Universo Espejo, una dimensión alternativa que será familiar a los viejos fans de Star Trek. Un mundo paralelo en el que la Flota Estelar es un imperio fascista y donde nuestros protagonistas existen como versiones traicioneras y sádicas de ellos mismos. Y a esto, no olvidemos que Stamets parece sufrir episodios en los que vuelve a un estado de semiconsciencia, para murmurar lo que parecen delirios propios de una mente desequilibrada... ¿o se trata de visiones del futuro? ¿Se está convirtiendo Stamets en una especie de Doctor Manhattan, con ominisciencia para ver en pasado, presente y futuro? Todo esto lleva a los tripulantes del USS Discovery a planear una operación para escapar de este universo de locos, una incursión en teritorio enemigo que haría las delicias de Misión Imposible. Por desgracia, las cosas no van como cabría esperar, y los personajes pasarán momentos apurados, con algunas situaciones extremas que dejarán a más de uno con la cabeza dando vueltas. #GuiñoGuiño Pues ese es el meollo del asunto. Si queréis más detalles, y no tenéis miedo a los spoilers, sólo tenéis que escucharnos. Esperamos que os divirtáis oyéndonos, tanto como nosotros hemos disfrutado elucubrando sobre esta nueva entrega. Have fun!
