Summary: MATEO 12. LA SEÑAL FINAL DE CRISTO MATEO 12:38 Un día, algunos maestros de la ley religiosa y algunos fariseos se acercaron a Jesús y le dijeron: Maestro, queremos que nos muestres alguna señal milagrosa para probar tu autoridad. 39 Pero Jesús respondió: Sólo una generación maligna y adúltera exigiría una señal milagrosa; pero la única que les daré será la señal del profeta Jonás. 40 Así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez durante tres días y tres noches, el Hijo del Hombre estará en el corazón de la tierra durante tres días y tres noches. NTV. Un acuerdo o una promesa hecha en palabras, cada vez más va perdiendo su valor entre las personas, esto se debe a la falta de compromiso mostrado por los hombres para cumplir con los acuerdos y promesas realizadas. La palabra de los hombres ya no tiene valor, razón por la cual un acuerdo o una promesa deben ser debidamente documentadas y notariadas para que este tenga un valor. En la actualidad el hombre para creer alguna afirmación que sea real, espera ver una señal que corrobore esas palabras, caso contrario es difícil que llegue a creer. Esta incredulidad por parte de los hombres, también se manifiesta cuando se les presenta el evangelio de Cristo, por eso antes de creer en la Buena Noticia que da salvación y vida eterna, esperan ver una señal milagrosa que corroboren la veracidad del evangelio de Cristo Jesús. Al igual que ocurre con muchas personas de la actualidad, algunos escribas y fariseos esperaban que Jesucristo hiciese una señal asombrosa delante de ellos, para finalmente creer que Él, era el Mesías prometido por los profetas del Antiguo Testamento. Con estas intenciones se acercaron a Jesús pidiendo esa señal milagrosa. Los fariseos y escribas ya habían visto muchas señales obradas por Jesús en favor de los ciudadanos judíos, pero pidieron otro milagro, no para creer definitivamente que Él era en realidad el Hijo de Dios, sino solo para complacer sus caprichos, y la maldad de sus corazones. Jesús se negó a cumplir los caprichos de los fariseos y escribas, pues sabía bien que ya habían visto milagros suficientes como para convencerles de que Él era el Mesías. Ellos ya habían decidido no creer en Él, y eso no iba a cambiar con otro milagro, por más asombroso que este fuese, ya que le habían visto sanar enfermos, echar fuera demonios y resucitar a los muertos. Jesucristo no solo que se negó a cumplir los caprichos de los escribas y fariseos, sino que les llamó generación maligna y adúltera, ya que eran culpables de adulterio espiritual, pues nunca se mantuvieron fiel a su Dios. A pesar de todas las bendiciones especiales que Dios había derramado sobre ellos como su pueblo escogido, dejaron al Señor y fueron tras los dioses falsos de sus vecinos paganos. Cuando Dios cumplió la promesa que se había repetido a través de más o menos 4,000 años de la historia del Antiguo Testamento y envió al Salvador, lo rechazaron. No hicieron caso de todas las cosas que él hizo, que demostraban que era el Hijo de Dios y el Salvador prometido. Jesús aprovechó la demanda de estos líderes religiosos no para hacer una señal similar a la que pedían, sino para anunciarles la señal final que haría como el enviado de Dios para dar salvación y vida eterna a su pueblo. Esta señal tendría una similitud con el milagro del profeta Jonás, quien estuvo en el vientre de un gran pez tres días y tres noches. Jesucristo les dijo que Él mismo estaría en el corazón de la tierra durante tres días y tres noches. También les anuncio que como Jonás salió del gran pez al tercer día, Él también saldría del corazón de la tierra. De esta manera, Jesús implícitamente les anunció su muerte y resurrección, la cual sería la señal final que evidenciaría que Él es el Mesías. Queridos hermanos. El mundo inconverso anhela ver señales milagrosas para aceptar el evangelio de Cristo, a ellos no les basta las señales que se encuentran registradas en los cuatro evangelios, ni tampoco les es suficiente la señal final que --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message
