Summary: 1 REYES 14. MENSAJE DE JUICIO. 6 … ¡Entra, esposa de Jeroboam!... Tengo malas noticias para darte. 7 Llévale a Jeroboam, tu esposo, este mensaje del SEÑOR, Dios de Israel: “Yo te saqué de entre la gente común y te hice gobernador de mi pueblo Israel. 8 Le arranqué el reino a la familia de David y te lo entregué a ti; pero tú no has sido como mi siervo David, quien obedeció mis mandatos y me siguió con todo el corazón y siempre hizo lo que yo quería. 9 Tú has hecho cosas más malignas que todos los que vivieron antes de ti… Como me has dado la espalda, 10 traeré desastre sobre tu dinastía y destruiré a cada uno de tus descendientes varones… NTV. Jeroboam, rey de la zona norte de Israel, había construido altares para que todos los habitantes de su reino ofrecieran sacrificios a los dioses paganos de la región. En esos tiempos de apostasía del reino del norte, Abías, el hijo de Jeroboam enfermó gravemente, razón por la cual envió a su esposa a ver al profeta Ahías y saber si la enfermedad de su hijo tenía cura. Abías era el heredero del trono, Jeroboam tenía el intenso deseo de saber si su hijo se iba a recuperar. Él esperaba que Ahías, el hombre que había profetizado que gobernaría a las diez tribus, tuviera buenas noticias para él y su descendencia. El profeta Ahías vivía en Silo, la moderna Seilun, a unos 15 kilómetros al norte de Bet-el. El siervo de Dios, ya era de edad avanzada y había perdido la vista, pero a pesar de su vejez mantenía una comunión con su Creador. Antes de que llegue la esposa de Jeroboam, el eterno Creador se le apareció al profeta, le dijo que la reina le vendría a ver, y le diera a ella un mensaje para el monarca del reino del norte. Al llegar la reina, y antes que le consulte acerca de la enfermedad de su hijo, el profeta le dio un mensaje de destrucción para la descendencia del monarca y de todo el reino del norte, ya que todo el reino había caído en apostasía. Por la desobediencia de Salomón, el eterno Creador arrancó el reino unificado a David y había elegido a Jeroboam para que sea el monarca del reino del norte, le había dado diez de las doce tribus de Israel para que sea su gobernador. En el plan de Dios, Jeroboam iba a ser un instrumento de juicio contra la casa de David y lo había destinado a un significativo papel político. Jeroboam, en vez de aprovechar la oportunidad que Dios le había dado, se afirmó indebidamente a sí mismo y realizó los actos más graves de desobediencia delante de Dios. Jeroboam no anduvo en los caminos del rey David, quien se arrepintió de sus pecados y vivió en conformidad a la voluntad de su Señor, obedeciendo y guardando su palabra. En cambio, Jeroboam ignoró las palabras de Dios y vivió en idolatría, construyó altares a los dioses paganos de la región y rindió cultos y sacrificios a ellos. Por lo tanto, el juicio de Dios iba a caer sobre él. Un rey futuro iba a destruir a todos los descendientes de Jeroboam. Abías, el hijo de Jeroboam, iba a morir en el momento en que su madre regresara al palacio. Queridos hermanos, el eterno Creador, sacó a Jeroboam de entre la gente común y lo hizo gobernador del reino del norte. El rey no aprovechó la oportunidad inmerecida que recibió, más bien se afianzó en sí mismo y desobedeció por completo la palabra de Dios. Al igual que Jeroboam, muchos líderes cristianos al estar muchos años al frente de un determinado ministerio, se afirman a sí mismo, empiezan a cumplir sus propios planes, y se olvidan de cumplir los propósitos por los cuales el Señor les puso al liderar. Hermanos, si estamos al frente de algún ministerio, nunca debemos de olvidar, de que el Señor nos eligió inmerecidamente de entre los pecadores, para que seamos sus siervos entre su pueblo. Por eso debemos tratar de llevar siempre una vida de obediencia, cumpliendo y guardando la palabra de Dios, tal como lo hizo el rey David en el pasado. Pues “A todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará” Lucas 12:48. --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message
