Summary: 1 REYES 21. ARREPENTIMIENTO Y HUMILLACIÓN. 20 Así que, enemigo mío, ¡me has encontrado! le dijo Acab a Elías. Sí contestó Elías, te encontré porque te has vendido para hacer lo malo a los ojos del SEÑOR. 21 Por eso ahora el SEÑOR dice: “Traeré calamidad sobre ti y te consumiré… 22 Voy a destruir a tu familia… ¡porque me hiciste enojar mucho e hiciste pecar a Israel!”. 27 Sin embargo, cuando Acab escuchó este mensaje, rasgó su ropa, se vistió de tela áspera e hizo ayuno. Hasta dormía vestido de tela áspera y andaba de luto. 28 Entonces Elías recibió otro mensaje del SEÑOR: 29 ¿Viste cómo Acab se ha humillado ante mí? Por haberse humillado, no haré lo que prometí mientras él viva… NTV. El rey Acab, fue el rey más perverso de todos los reyes de Israel. En su perversidad, cuando no pudo apoderarse honestamente del viñedo de Nabot, a través de su esposa Jezabel procedió a poner en práctica su diabólico plan. Hizo acusar a Nabot falsamente de blasfemar el nombre de Dios, ante los ancianos y los nobles invitados de Israel. La falsa acusación nunca fue sustentada tal como lo exigían las leyes establecidas por el eterno Creador. Por tal acusación, Nabot fue apedreado hasta la muerte conforme a la ley. Tras la muerte de Nabot, Acab sin ninguna clase de remordimiento, fue a tomar posesión de su nuevo viñedo. Por los últimos hechos perversos de Acab, el eterno Creador envió a Elías para que decretara el juicio sobre el monarca israelita. Cuando se encontraron los dos hombres en la viña de Nabot, el monarca israelita llamó a Elías su enemigo. Acab en su pecado, veía a Dios y a los profetas de Dios como sus enemigos. Acab estaba completamente equivocado, pues su peor enemigo, no era Elías, peor aún Dios, su verdadero enemigo era él mismo. Las dificultades y el juicio que habrían de caer sobre Acab eran el resultado de sus propios hechos, no de los de Elías. La persona que se entrega al pecado, como lo hizo Acab, atrae malas consecuencias sobre sí misma. Elías, una vez frente a Acab, le condenó por ser asesino y ladrón. Elías profetizó que Acab mismo sería muerto, que todo varón de la casa de Acab también sería muerto, terminando su dinastía. Además, el cuerpo de Jezabel sería comido por perros en Jezreel y los descendientes de Acab no serían sepultados decentemente. La severidad del castigo de Acab se explica por su idolatría extremada. Acab, había permitido que el pecado tomara dominio habitual en su vida y no tuviera freno alguno para practicar la maldad. El monarca, ya no era dueño de sí mismo y cedía con facilidad a la tentación de obrar mal y con egoísmo. El terrible anuncio del profeta, condujo a Acab al miedo, al remordimiento y a un arrepentimiento a su continua reiteración en el pecado. Acab se entregó por algún tiempo a profundas lamentaciones y ayuno. En señal de humillación en la presencia del Señor, Acab se vistió de silicio y rasgó sus vestidos. Estas acciones eran expresiones comunes para evidenciar dolor, terror o arrepentimiento por una falta grave cometida ante Dios. Cuando Acab mostró arrepentimiento, el Dios misericordioso pospuso el juicio con que lo había amenazado. Queridos Amigos, Acab, fue uno de los reyes más perversos de Israel, pero a pesar de eso, el eterno Creador mostró compasión al ver su humillación y arrepentimiento por sus actos, detuvo su castigo por un período de tiempo. Amigo, el mismo Dios que fue misericordioso con Acab quiere ser misericordioso con usted. Sin importar cuán malvado haya sido, nunca es demasiado tarde para humillarse, volverse a Dios y pedir su perdón. El eterno Creador, no busca la muerte del pecador, más bien busca su arrepentimiento para que pueda acceder a la vida eterna. “Tan cierto como que yo vivo, dice el SEÑOR Soberano, no me complace la muerte de los perversos. Sólo quiero que se aparten de su conducta perversa para que vivan. ¡Arrepiéntanse! ¡Apártense de su maldad, oh pueblo de Israel! …” Ezequiel 33:11. --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message
