Fer Tapia

Esta es la entrega de Fernanda Tapia encontrándose con la madrugada, abriendo una forma distinta de decir las cosas, escarbando mas profundo, haciendo las cosas diferentes.

Gracias por la confianza, por la perdida y la recuperada, por lo que pasó y lo que pasará, gracias por todo y gracias porque cuando se pierde, siempre estamos dispuestos a recuperarla.

Y sí, siempre que hay un final también hay un principio, una forma de ver las cosas, el paso difícil de terminar da lugar con el paso seguro de continuar.

De los puntos suspensivos al punto final, la segunda parte del especial de la aceptación.

Dixo de madrugada presenta: Este especial nos demuestra que hay que saber comprender cuando algo termina, sabemos que todos hemos pasado por ello y que todos debemos salir.

Ella, la lluvia, a veces tan espaciada y a aveces tan copiosa, hoy llega a Dixo para hacernos entrega de la forma húmeda que nos dice cosas distintas.

Tomemos lo que nos sobra de experiencia, hagámosla a un lado, pongámonos absurdos, veamos a todos lados para empezar a observar. Encontremos en cualquier lado un podo de inspiración.

Pero sabes... aun quiero caer libremente, directo al impacto de mi realidad, morir un poco para saber lo que es vivir y después... seguir pensando en ti.

Porque a veces se está lejos estando cerca y a veces puedes oír el latir de una persona a kilometro de distancia.

Porque a veces, cuando la compañía nos oprime recurrimos a ella, y nos dice despacio que todo está bien, y nos acaricia el pecho y respira nuestros suspiros. Porque a veces es necesaria, por eso un especial de la Soledad.

"Nunca dijimos "sí, acepto" porque nunca nos aceptamos, nunca aceptamos ni la muerte y mucho menos la vida juntos" Escucha a Fernanda Tapia en este especial inspirado en el trabajo de Moby

Vico una especie de tributo y el nombre de este especial, inspirado en el álbum homónimo de Cour de Pirate, situaciones idílicas, amores pasajeros y constantes, momentos de locura que nos mantienen cuerdos.

Ayer te vi conectada a mi cuando nos habíamos separado; ¡mira! aun tengo tu mano de mi mano y tus labios en mis labios y mi tiempo en tu tiempo...

Preparen el piso, que las paredes no caigan sobre las curiosidades que andan bailando ya en la sala, el salón, una pista, un antro, una calle, un mundo nacido para la fiesta.

Hay quien nos puede caer mal, hay quien podemos admirar y hay por quien podemos morir, y esos, sin dudarlo, se puedan llamar amigos