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Summary: Voices en Español is a podcast for intermediate to advanced-level students of Spanish. The podcasts are short-story readings or interviews with native and non-native Spanish speakers from Spain, Latin America and the United States. Visit voicesenespanol.com for more details.

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Podcasts:

 El mono y el cocodrilo (Minicuento #11) | File Type: audio/mpeg | Duration: 5:50

This is an Indian folktale read by Raji Krishnamoorthy. She's an IT (information technology) engineer in Chennai, India. She's also a big fan of the Spanish language and Pedro Almodóvar's movies. You can find the complete text of "El mono y el cocodrilo" on Raji's blog, Spanish Learnings, where she writes in both Spanish and English about interesting aspects of life in India. Thanks, Raji! [Raji's blog: http://spanishlearnings.blogspot.com]

 3 Minicuentos | File Type: audio/mpeg | Duration: 6:06

This podcast contains three short stories about la avaricia (greed). They are: El dedo (read by Eugenio of Mexico) El doble para sus vecinos (read by Donizetti from Colombia) Diez años después (read by Luis from Spain) You can find the complete texts of these stories by clicking on the individual story titles above.

 La ventana (Minicuento #7) | File Type: audio/mpeg | Duration: 4:20

Today's story is read by Dr. Molly Martin of the Medical Spanish Podcast. Dr. Martin also has an indispensable Spanish grammar podcast called Spanish Grammar Review. You can find info about both of her podcasts on Facebook and Twitter, as well as on her website: Medical Spanish Podcasts.com. LA VENTANA Autor desconocido Había una vez dos hombres, los dos con enfermedades graves en la misma pequeña habitación de un gran hospital. Pese a ser una habitación minúscula, tenía una ventana que miraba al mundo. A uno de los hombres, como parte de su tratamiento, se le permitía sentarse en la cama durante una hora por la tarde. Su cama estaba junto a la ventana. Sin embargo el otro hombre debía pasar todo el tiempo acostado, boca arriba. Todas las tardes, cuando el hombre que estaba al lado de la ventana se incorporaba, pasaba el tiempo describiendo lo que veía fuera. Al parecer, la ventana daba a un parque en el que había un lago. En él había patos, cisnes y los chicos se acercaban para arrojarles pan y hacer navegar sus barquitos. Los enamorados caminaban de la mano junto a los árboles. Había césped, arriates con flores y juegos. Al fondo, detrás de la hilera de árboles, se veia un espléndido panorama de la ciudad recortada en el cielo. El hombre acostado escuchaba las descripciones que cada día le hacia el otro hombre, disfrutando cada minuto. Oía que un chico casi había caído al lago y que bandas de golondrinas y otras aves el cielo. Las descripciones de su compañero, en definitiva, le hacian sentir que prácticamente podía ver lo que pasaba en el exterior. Una mañana, la enfermera que iba a atenderle, encontró que el hombre de la ventana habia fallecido, y en silencio, se llevarón su cadáver. Cuando lo consideró oportuno, el hombre preguntó si no podian cambiarlo a la cama que estaba al lado de la ventana. Lo trasladaron, lo instalaron y lo pusieron cómodo. En cuanto se fuerón las enfermeras, con dificultad y laboriosamente se incorporó y se asomó por la ventana. Enfrente sólo había una pared blanca... Cuando llegó la enfermera, le preguntó qué motivo pudo mover al paciente anterior para contarle con tanto detalle, cosas que se había inventado y que sin embargo a él le habían hecho tanto bien en su enfermedad. La enfermera le contestó, que su vecino era ciego, y a lo mejor lo que quería era haberle dado ánimo.

 Final para un cuento fantástico (Minicuento #6) | File Type: audio/mpeg | Duration: 3:20

Karen Bryant from the Teaching & Learning Spanish blog is the reader of this episode's minicuento. Her first contact with Spanish was in high school and before her senior year she did a study abroad program in Spain. She then went on to study the language in college but, unfortunately, her Spanish got rusty after graduation. That expression "use it or lose it" is true, she says. Now living in the U.S., Karen strives to maintain daily contact with the language, not only for herself but also to help her children learn a second language. Follow her on Twitter @spanishblog where she posts excellent Spanish-learning tips and directs you to useful language-learning tools online. Final para un cuento fantástico Escrito por I.A. Ireland -¡Que extraño! -dijo la muchacha avanzando cautelosamente-. ¡Qué puerta más pesada! La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe. -¡Dios mío! -dijo el hombre-. Me parece que no tiene picaporte del lado de adentro. ¡Cómo, nos han encerrado a los dos! -A los dos no. A uno solo -dijo la muchacha. Pasó a través de la puerta y desapareció.

 El niño al que se le murió el amigo (Minicuento #5) | File Type: audio/mpeg | Duration: 7:59

This story is read by Viviana Mejenes-Knorr. Originally from Mexico City, she currently lives in Schiedam, Holland, where her translation business Art of Words is based. El niño al que se le murió el amigo de Ana María Matute Una mañana se levantó y fue a buscar al amigo, al otro lado de la valla. Pero el amigo no estaba, y, cuando volvió, le dijo la madre: -El amigo se murió. -Niño, no pienses más en él y busca otros para jugar. El niño se sentó en el quicio de la puerta, con la cara entre las manos y los codos en las rodillas. «Él volverá», pensó. Porque no podía ser que allí estuviesen las canicas, el camión y la pistola de hojalata, y el reloj aquel que ya no andaba, y el amigo no viniese a buscarlos. Vino la noche, con una estrella muy grande, y el niño no quería entrar a cenar. -Entra, niño, que llega el frío -dijo la madre. Pero, en lugar de entrar, el niño se levantó del quicio y se fue en busca del amigo, con las canicas, el camión, la pistola de hojalata y el reloj que no andaba. Al llegar a la cerca, la voz del amigo no le llamó, ni le oyó en el árbol, ni en el pozo. Pasó buscándole toda la noche. Y fue una larga noche casi blanca, que le llenó de polvo el traje y los zapatos. Cuando llegó el sol, el niño, que tenía sueño y sed, estiró los brazos y pensó: «Qué tontos y pequeños son esos juguetes. Y ese reloj que no anda, no sirve para nada». Lo tiró todo al pozo, y volvió a la casa, con mucha hambre. La madre le abrió la puerta, y dijo: -Cuánto ha crecido este niño, Dios mío, cuánto ha crecido. Y le compró un traje de hombre, porque el que llevaba le venía muy corto.

 Mira (Minicuento #4) | File Type: audio/mpeg | Duration: 3:50

This story is read by Marie-Soleil. She is from Montréal, Canada. ¡Mira! Author unknown Había una vez un hombre muy rico. Y había también un hombre muy pobre. Cada uno de ellos tenía un hijo y cada uno de ellos vivía a un lado de una hermosa colina. Un día, el hombre muy rico subió con su hijo a lo alto de la colina y abarcando todo el paisaje con un amplio gesto de su brazo, dijo: -Mira, ¡pronto todo esto será tuyo! En ese mismo instante, el hombre muy pobre subió con su hijo por la otra ladera de la colina y, delante del sol poniente que iluminaba la llanura, le dijo a su hijo sencillamente: -¡Mira! Cuando paseamos por la naturaleza, cuando nos encontramos ante un hermoso paisaje, solo de nosotros depende considerar que es un bien común y compartido. Nuestra sociedad ha ido desvalorizando completamente la felicidad “gratuita” y sólo glorifica la propiedad y la compra. Ha valorado el “tener” por delante del "ser" y la economía por delante del individuo. Sin embargo, ¿necesitamos realmente poseer algo para admirarlo y sentir felicidad? El cuadro de un maestro de la pintura que admiramos en un museo está al alcance de todos. ¿Verdad que así le sacamos más provecho que a lo que está guardado dentro de un cofre? Letra de la canción: "Las simples cosas" sung by Buika Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas, lo mismo que un árbol que en tiempo de otoño muere por sus hojas. Al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas, esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón. Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida, y entonces parece como están de ausentes las cosas queridas. Por eso muchacho no partas ahora soñando el regreso, que el amor es simple, y a las cosas simples las devora el tiempo. Demórate aquí, en la luz mayor de este mediodía, donde encontrarás con el pan al sol la mesa tendida. Por eso muchacho no partas ahora soñando el regreso, que el amor es simple, y a las cosas simples las devora el tiempo.

 La partida (Minicuento #3) | File Type: audio/mpeg | Duration: 7:06

Benny Lewis from Ireland is our reader of this micro relato written by Franz Kafka. At last count Benny, aka the Irish Polyglot, spoke eight languages, but I think he's currently working on his ninth, Thai. In any case, the Spanish language is near and dear to his heart because it was one of the first foreign languages he learned. On his blog Fluent in 3 Months Benny has creative ways to stay motivated when learning a foreign language. He's also got plenty of video content of himself speaking in different languages over at the IrishPolyglot.com. “La partida” de Franz Kafka Ordené que trajeran mi caballo del establo. El sirviente no entendió mis órdenes. Así que fui al establo yo mismo, le puse silla a mi caballo y lo monté. A la distancia escuché el sonido de una trompeta y le pregunté al sirviente qué significaba. Él no sabía nada ni escuchó nada. En el portal me detuvo y preguntó: -¿Adónde va el patrón? -No lo sé -le dije- simplemente fuera de aquí, simplemente fuera de aquí. Fuera de aquí, nada más, es la única manera en que puedo alcanzar mi meta. -¿Así que usted conoce su meta? -preguntó. -Sí -repliqué- te lo acabo de decir. Fuera de aquí, esa es mi meta. Música: "Emocionado" de Fidel Nadal

 La escuela del hambre (Minicuento #2) | File Type: audio/mpeg | Duration: 6:05

This story is read by Ramses Oudt of Spanish-Only.com. He is Dutch and three years ago he didn't speak a lick of Spanish. Today he is fluent. On his blog Spanish-Only.com, Ramses writes about the effective methods he has used to gain this fluency and he also gives language learners advice on different ways they can elevate their level of Spanish. “La escuela del hambre” Un cuento japonés Esta historia transcurre en el siglo XVII en Japón, durante un periodo de hambre. Un campesino que no tenía con qué alimentar a su familla se acuerda de la costumbre que promete una fuerte recompensa al que sea capaz de desafiar y vencer al maestro de una escuela de sable. Aunque no había tocado un arma en su vida, el campesino desafía al maestro más famoso de la región. El día fijado, delante de un publico numeroso, los dos hombres se enfrentan. El campesino, sin mostrarse nada impresionado por la reputación de su adversario, lo espera a pie firme, mientras que el maestro de sable estaba un poco turbado por tal determinación. "¿Quién será este hombre?" piensa. "Jamás ningún villano hubiera tenido el valor de desafiarme. ¿No será una trampa de mis enemigos?" El campesino, acuciado por el hambre, se adelanta resueltamente hacia su rival. El Maestro duda, desconcertado por la total ausencia de técnica de su adversario. Finalmente, retrocede movido por el miedo. Antes incluso del primer asalto, el maestro siente que será vencido. Baja su sable y dice: -Usted es el vencedor. Por primera vez en mi vida he sido abatido. Entre todas las escuelas de sable, la mía es la más renombrada. Es conocida con el nombre de "La que en un solo gesto lleva diez mil golpes". ¿Puedo preguntarle, respetuosamente, el nombre de su escuela? -La escuela del hambre -responde el campesino.

 Instrucciones para llorar (Minicuento #1) | File Type: audio/mpeg | Duration: 6:20

INSTRUCCIONES de Julio Cortázar Instrucciones para llorar. Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará  con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos. Music: "Ya no duele" (featuring Santullo) by Bajofondo

 VEE #053 – La muerta | File Type: audio/mpeg | Duration: Unknown

What do you guys think this story means? Do you agree with the author that people, women in particular, are spiritually/emotionally dead when they lead a sheltered life? Leave your thoughts in the comments section below. La muerta de Juan José Millás Cierto día, un compañero de colegio señaló en la calle a una mujer, diciéndome: -Mírala, está muerta. A mí me parecía imposible que una difunta se moviera con aquella naturalidad entre la gente. De hecho, sabía que era mentira, pero resultaba excitante creérselo, así que le seguí el juego. Mi amigo me aseguró que era capaz de distinguir a una mujer muerta entre mil mujeres vivas. -¿Pero en qué lo notas? -En nada en concreto y en todo a la vez. Si te fijas, van envueltas como en una burbuja de paredes invisibles. Cuando seas capaz de percibir esa burbuja, aprenderás a distinguirlas. A los pocos días de esta conversación, iba dando patadas a las piedras por mi calle, cuando vi a una mujer dentro de la burbuja. La burbuja la puse yo seguramente, pero la mujer era completamente real. La seguí con disimulo hasta la Avenida de América, y luego por Francisco Silvela, hasta llegar a una ferretería en la que entró para salir al poco del brazo de un sujeto muy alto, con bigote a lo Clark Gable. El hombre estaba vivo, desde luego, y no trataba a la mujer como a un cadáver. Al contrario, se acercaba a su cuerpo cuanto le era posible, desplazando la pared de la burbuja hacia el otro lado, y le besaba el cuello a través de esa membrana que parecía no detectar. Entraron en un bar que hacía esquina con la calle de Méjico y se comieron un bocadillo de calamares cada uno. Cuando ella alargaba el brazo para tomar de la barra el vaso de cerveza, sacaba la mano de la burbuja sin romperla, del mismo modo que algunos objetos son capaces de penetrar en una pompa de jabón. Comencé a centrar mi atención en él. Parecía el prototipo de individuo mundano que por entonces yo mismo aspiraba a ser. Una persona con clase, pensaba ingenuamente, debe moverse con la misma naturalidad entre los muertos y los vivos. Aquel hombre actuaba con una soltura increíble y sabía en qué momento tenía que abrocharse o desabrocharse el botón de la chaqueta o pasarse el dedo índice por el extremo del bigote, como para recoger, más que una miga de pan, un pensamiento. Al salir del bar, él la tomó de la cintura y la atrajo hacia sí con tal violencia que la sacó sin darse cuenta de la burbuja. Entonces abandoné la persecución con la idea romántica de que el amor consiste en rescatar al otro de la muerte, y decidí esperar mi oportunidad. A los pocos meses llegó al barrio una chica nueva, con burbuja. Era muy joven para estar muerta, pero lo consulté con mi amigo y me dijo que las había de todas las edades. -Una prima mía de tres semanas está muerta también. -¿Y qué dicen sus padres? -No lo saben. La mayoría de la gente no ve la burbuja. Me enamoré como un loco, y, cuando logré reunir el dinero suficiente, la invité a un bocadillo de calamares en el bar de Francisco Silvela esquina a Méjico. Luego intenté acercarme para rescatarla de la burbuja, pero no se dejó. Y al día siguiente, cuando pasé cerca de un grupo en el que se encontraba ella, noté que me señalaba con expresión de burla. Estaba presumiendo de haberme sacado un bocadillo de calamares, que para nosotros era una fortuna. Entonces, pese a mi timidez, me acerqué al grupo y, apuntándole al pecho con el dedo, le dije: -Estás muerta. No vayas a creerte que no lo sé. Todas sus amigas se alejaron un poco, como con miedo a contagiarse, y desde entonces arrastró una vida solitaria, que yo tampoco intenté aliviar, aunque me lo pedía con los ojos. Se casó con un muerto de hambre con el que asiste a misa de difuntos todas las semanas. Continúa en el barrio, y, cuando me acerco por allí, a ver a mis padres, se hace la encontradiza para que la libere de la burbuja en la que sigue atrapada. Pero ahora, aunque quisiera, no podría,

 VEE #052 – La corrección en el lenguaje | File Type: audio/mpeg | Duration: 4:03

La corrección en el lenguaje de Juan José Millás ( "Cuerpo y prótesis") Un chico y una chica muy jóvenes, de instituto, discutían acaloradamente en el metro. Me acerqué disimuladamente a ellos en el momento en el que la chica decía: -¿Y por qué las mujeres tenemos que tomar somníferos en lugar de somníferas? Lo lógico es que hubiera somníferos para hombres y somníferas para mujeres. -Eso es lo mismo que decir que los hombres deberíamos tomar aspirinos en lugar de aspirinas. Pues mira, yo me he pasado la vida tomando aspirinas y soy tan hombre como el que más. -Ya está. Si no te sale el macho no te quedas contento. Naturalmente que los hombres deberíais tomar aspirinos. Yo, si algún día tengo hijos, les daré aspirinos, del mismo modo que a las hijas les administraré antibióticas cuando les haga falta. -Y los chicos se sentarán en sillos en vez de en sillas, me imagino. -Pues sí, se sentarán en sillos y dormirán en camos y comerán el sopo, no la sopa, con cucharos. Las cucharas son para las mujeres. -Tú estás loca. Vete al psiquiatra. -Y tú al psiquiatro. El tren se detuvo, se bajaron y yo continué perplejo cinco estaciones más pensando que la chica llevaba razón. ¿Cómo era posible que una lengua tan sexuada como la nuestra cometiera unos fallos, o quizá unas fallas, de ese calibre? Todo el mundo, muy pendiente de que los niños no jueguan con muñecas ni las niñas con tanques, y sin embargo se obliga a las mujeres a viajar en el metro (en lugar de en la metra) y a los hombres a subir al tranvía (en lugar de al tranvío). Angustiado por esta imperfección que acababa de descubrir en mi lengua materna (perdón, en mi lenguo materno), miré alrededor y vi a una chica leyendo un libro, lo que me pareció una perversión (debería leer una libra) y a un hombre rascándose la rodilla, cuando lo suyo es que se rascara el rodillo y así sucesivamente. Llegué a casa (a caso en realidad) y le dije a mi mujer que todo estaba patas arriba. Cuando le expliqué por qué me miró de un modo raro y me pidió que hiciera unas tortillas para la cena. -Unos tortillos, si no te importa  -le respondí-, puesto que me voy a ocupar yo del asunto. Si quieres tortillas, las tendrás que hacer tú misma. Por la noche, la oí hablar con su madre por teléfono (por teléfona, para decirlo con propiedad), y tuve la impresión de que me criticaba. Al día siguiente, se fue de casa, dejándome una nota en la que me pedía que no intentara localizarla. Le daba miedo (>) vivir conmigo. La echo de menos, pero no podría estar con alguien que se expresara tan mal como ella. Así es la vida, o el vido, qué le vamos a hacer. --------------------------------------------------- Glossary: "instituto" means "high school" in this context. Somnífero means sleeping pill. Si no te sale el macho no te quedas contento (Essentially, "You're not happy if you can't be the tough, manly guy.) The verb "quedarse" is being used here with the same meaning as the verb "estar." llevar razón = tener razón = to be right

 VEE #051 – Spanish is dangerous | File Type: audio/mpeg | Duration: 17:59

This podcast contains three excerpts from the excellent program "Race Bridges for Schools," an online resource of audio and written materials designed to increase teenagers' understanding of different races and cultures. If you are a high school or middle school teacher of language arts or social studies, I highly recommend this web site. Included in this podcast are "Spanish is dangerous" and "But You Don't Look Mexican!" by Olga Loya and "Dreaming of Cuba: Stories That Bind" by Antonio Sacre. Olga is Mexican American and Antonio is Cuban American but they share the common experience of trying to develop a bicultural identity in an environment that hasn't always been open to the idea. Visit the Race Bridges for Schools web site for transcripts, audio files and teachers' lessons plans.

 VEE #050 – El curioso caso de Benjamin Button | File Type: audio/mpeg | Duration: Unknown

One of the best ways to keep your Spanish skills sharp is to read in Spanish. And what better way to do that than to pick a story that you're already familiar with the plot and the characters. This podcast is a reading, in Spanish, of the first chapter of the novella "The Curious Case of Benjamin Button" written by Francis Scott Fitzgerald. If you saw the Oscar-nominated movie by the same title, you already know what the story is about...a man who ages in reverse. Want the text in Spanish? Become a friend of Voices en Español on Facebook. I have posted the Spanish transcript there. If you'd like to read the entire story in Spanish, you can buy the book at Amazon.com.

 VEE #049 – Mr. Taylor, Part 2 | File Type: audio/mpeg | Duration: Unknown

Listen to Part 1 Mr. Taylor, Part 2 By Augusto Monterroso Contados meses más tarde, en el país de Mr. Taylor las cabezas alcanzaron aquella popularidad que todos recordamos. Al principio eran privilegio de las familias más pudientes; pero la de...

 VEE #048 – Mr. Taylor, Part I | File Type: audio/mpeg | Duration: Unknown

“Mister Taylor” Escrito por Augusto Monterroso -Menos rara, aunque sin duda más ejemplar -dijo entonces el otro-, es la historia de Mr. Percy Taylor, cazador de cabezas en la selva amazónica. Se sabe que en 1937 salió de Boston, Massachusetts, en donde había pulido su espíritu hasta el extremo de no tener un centavo. En 1944 aparece por primera vez en América del Sur, en la región del Amazonas, conviviendo con los indígenas de una tribu cuyo nombre no hace falta recordar. Por sus ojeras y su aspecto famélico pronto llegó a ser conocido allí como "el gringo pobre", y los niños de la escuela hasta lo señalaban con el dedo y le tiraban piedras cuando pasaba con su barba brillante bajo el dorado sol tropical. Pero esto no afligía la humilde condición de Mr. Taylor porque había leído en el primer tomo de las Obras Completas de William G. Knight que si no se siente envidia de los ricos la pobreza no deshonra. En pocas semanas los naturales se acostumbraron a él y a su ropa extravagante. Además, como tenía los ojos azules y un vago acento extranjero, el Presidente y el Ministro de Relaciones Exteriores lo trataban con singular respeto, temerosos de provocar incidentes internacionales. Tan pobre y mísero estaba, que cierto día se internó en la selva en busca de hierbas para alimentarse. Había caminado cosa de varios metros sin atreverse a volver el rostro, cuando por pura casualidad vio a través de la maleza dos ojos indígenas que lo observaban decididamente. Un largo estremecimiento recorrió la sensitiva espalda de Mr. Taylor. Pero Mr. Taylor, intrépido, arrostró el peligro y siguió su camino silbando como si nada hubiera pasado. De un salto (que no hay para qué llamar felino) el nativo se le puso enfrente y exclamó: -Buy head? Money, money. A pesar de que el inglés no podía ser peor, Mr. Taylor, algo indispuesto, sacó en claro que el indígena le ofrecía en venta una cabeza de hombre, curiosamente reducida, que traía en la mano. Es innecesario decir que Mr. Taylor no estaba en capacidad de comprarla; pero como aparentó no comprender, el indio se sintió terriblemente disminuido por no hablar bien el inglés, y se la regaló pidiéndole disculpas. Grande fue el regocijo con que Mr. Taylor regresó a su choza. Esa noche, acostado boca arriba sobre la precaria estera de palma que le servía de lecho, interrumpido tan solo por el zumbar de las moscas acaloradas que revoloteaban en torno haciéndose obscenamente el amor, Mr. Taylor contempló con deleite durante un buen rato su curiosa adquisición. El mayor goce estético lo extraía de contar, uno por uno, los pelos de la barba y el bigote, y de ver de frente el par de ojillos entre irónicos que parecían sonreírle agradecidos por aquella deferencia. Hombre de vasta cultura, Mr. Taylor solía entregarse a la contemplación; pero esta vez en seguida se aburrió de sus reflexiones filosóficas y dispuso obsequiar la cabeza a un tío suyo, Mr. Rolston, residente en Nueva York, quien desde la más tierna infancia había revelado una fuerte inclinación por las manifestaciones culturales de los pueblos hispanoamericanos. Pocos días después el tío de Mr. Taylor le pidió -previa indagación sobre el estado de su importante salud- que por favor lo complaciera con cinco más. Mr. Taylor accedió gustoso al capricho de Mr. Rolston y -no se sabe de qué modo- a vuelta de correo "tenía mucho agrado en satisfacer sus deseos". Muy reconocido, Mr. Rolston le solicitó otras diez. Mr. Taylor se sintió "halagadísimo de poder servirlo". Pero cuando pasado un mes aquél le rogó el envío de veinte, Mr. Taylor, hombre rudo y barbado pero de refinada sensibilidad artística, tuvo el presentimiento de que el hermano de su madre estaba haciendo negocio con ellas. Bueno, si lo quieren saber, así era. Con toda franqueza, Mr. Rolston se lo dio a entender en una inspirada carta cuyos términos resueltamente comerciales hicieron vibrar como nunca las cuerdas del sensible espíritu de Mr. Taylor.

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